Su origen data de los años 1950, y se generaron a partir de los dispositivos fonógenos, piezas que se usaban casi exclusivamente en los laboratorios y que consistían en una cinta magnética circular montada sobre un tambor de cabezales y su rapidez de reproducción era manipulada por un circuito conectado a un teclado semejante al de un órgano pequeño, permitiendo crear cualquier tono sobre cualquier sonido que haya sido grabado anteriormente.
En la década de 1960 aparece el melotrón, considerado el precursor analógico de los samplers más modernos. De forma análoga a los fonógenos antiguos, el melotrón controlaba un sistema de cinta a través de un teclado. Lo que era diferente era que el sistema de cinta no era cerrado y además poseía varias pistas y no solo una. Las cintas, de corta duración, eran rebobinadas automáticamente al llegar al final de ellas. Una de las principales desventajas del melotrón, al igual que de los fonógenos, es que el motor que controlaba la cinta necesitaba tiempo para cambiar entre los tonos muy graves a los muy agudos o al revés, según el intervalo en que se ejecutara. Uno de las características más notables del melotrón es que fue el primer instrumento de este tipo en usarse en la música pop.
En Australia a finales de la década del 70, gracias a Kim Ryrie y Peter Vogel aparece el Fairlight CMI, el primer sampler digital.
Pero cuando realmente se hace patente la difusión del uso del sampler es a principios de los años 80, cuando la compañía E-Mu trae al mercado la serie Emulator.
La creciente demanda de aparatos que tomen muestras sonoras hizo posible que más compañías se unan a la competencia como Akai con sus modelos S900 y S950, y también la compañía Ensoniq con el Mirage 1984 que además fue el primer sampler en valer menos de US$2.000. Esto permitió que ahora el sampling fuera más accesible llevando al extremo al hacer samplers mucho más pequeños que en sus orígenes.
La creciente demanda de aparatos que tomen muestras sonoras hizo posible que más compañías se unan a la competencia como Akai con sus modelos S900 y S950, y también la compañía Ensoniq con el Mirage 1984 que además fue el primer sampler en valer menos de US$2.000. Esto permitió que ahora el sampling fuera más accesible llevando al extremo al hacer samplers mucho más pequeños que en sus orígenes.
El sampler luego logró ser el instrumento favorito de la época dorado del Hip Hop porque los nuevos samplers, como el E-Mu SP-12 y el superior Emu SP-1200, fueron creados como caja de ritmos para los sonidos que uno grabe y además tenían otras características especiales que lo hicieran muy popular en el estilo de música antes mencionado.
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